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| Brindemos por un nuevo día |
A las 00:03 del día 1 de Enero del año 2011, mientras brindaba con una copa de sidra y al fondo un anillo de oro para la "supuesta buena suerte y llevaba ropa interior roja, pedí el típico deseo. No pedí ni que tuviera novio, ni más dinero, ni sacar buenas notas, única y exclusivamente me limite a pedir que este año ya pasado, fuera diferente a los demás. Cada segundo, minuto, día, mes, que veía pasar ante mis ojos, estaban siendo diferentes a los demás, mis gestos, mis actos, mis sentimientos, mi forma de ser, totalmente diferente. Algo estaba cambiando día tras día; y así es... No se si por causas de la superstición o no, pero este año ya pasado ha sido espectacularmente genial.
